Antes de conocer cuál es el mejor menú de primera infancia para nuestros hijos, deberíamos conocer las diferentes etapas que existen en su infancia, pues cada una tiene sus peculiaridades y necesidades, por lo que de forma progresiva iremos adaptando la alimentación de nuestros peques a estas etapas.
Hay que destacar, que el proceso de aprendizaje de los hábitos alimentarios es especialmente importante durante los primeros años de vida, ya que, además de facilitar un buen estado nutricional y un crecimiento óptimo, puede ayudar a consolidar la adquisición de hábitos saludables durante la infancia, la adolescencia y la edad adulta.
La infancia es la etapa donde se produce un mayor crecimiento físico y desarrollo psicomotor. Este es el motivo por el que la alimentación no sólo debe proporcionar energía para mantener las funciones vitales, sino que debe cubrir las necesidades relacionadas con el crecimiento y la maduración, por ello, escribir sobre el menú de primera infancia es indiscutiblemente importante.
En la Clínica pediátrica Pasitos, dividimos las etapas de primera infancia así:
- 0 a 6 meses: La lactancia materna y/o preparados para lactantes serán los que cubran las necesidades energéticas y/o nutricionales. Conoce el menú bebe 0 meses que nuestros especialistas de Pasitos crearon para ti
- 6 a 12 meses: Incorporamos nuevos alimentos de forma progresiva, manteniendo siempre la lactancia materna, teniendo en cuenta el interés de nuestro hijo y su desarrollo psicomotor. Conoce el menú bebe 6 meses que los expertos de Pasitos crearon para ti
- 12 meses en adelante: la comida es la misma de los adultos
Menú de primera infancia; consideraciones generales:
- Uno de sus objetivos es aprender hábitos alimenticios saludables y sostenibles: los diferentes entornos donde comen nuestros hijos tienen que ser el marco idóneo para transmitir hábitos y responsabilidades (utilización de cubiertos, lavado de manos-dientes, colocar y quitar la mesa, comportamiento adecuado; etc.).
- La alimentación facilita espacios privilegiados para la comunicación: permite el contacto físico, visual y auditivo con las personas cuidadoras. Hay que potenciar estos momentos para estrechar vínculos con nuestros hijos.
- Favorecer un ambiente relajado y cómodo durante la comida: evitar distracciones como las tecnologías, favoreciendo la interacción social y el desarrollo cognitivo.
- Promover una actitud receptiva y tolerante: facilita que los problemas y conflictos durante la alimentación sean transitorios.
- Fomentar la paciencia y el tiempo son imprescindibles: nuestros hijos tienen ritmos de comida diferentes a los adultos, respétalos.
Otras observaciones a tener en cuenta sobre el aprendizaje del menú de primera infancia
- Favorecer la confianza, apoyo y disfrute durante los momentos dedicados a la comida.
- Evitar comparar cantidades que toma cada niño: muchos de los conflictos que se dan durante estos momentos, tienen que ver con las expectativas que se tienen por las cantidades.
- La problemática de la inapetencia es, a menudo, un problema de equilibrio entre lo que el niño come y lo que su familia espera que coma.
- Debemos seleccionar de forma saludable los alimentos que debe consumir el niño o niña; decidir cuándo, cómo y dónde se comerán los alimentos, pero será el niño el que decida qué quiere comer para autorregular su dieta.
- No se recomienda prohibir o restringir el acceso a alimentos que hay en el hogar: puede llevar a un interés excesivo por los mismos.
- No se recomienda insistir y forzar a comer: puede favorecer la sobrealimentación. La mejor manera de proporcionarle la cantidad que necesita, es respetando su sensación de hambre y saciedad.
Recuerda que la leche materna es el mejor alimento para la etapa de la primera infancia, es el menú de primera infancia excepcional. Las entidades científicas y los organismo nacionales e internacionales recomiendan la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida, y a partir de ese momento, se irán añadiendo los alimentos complementarios de forma gradual, con el fin de facilitar unos niveles de desarrollo y salud adecuados, siempre manteniendo la lactancia materna hasta los 2 años o más.