Mi hijo tiene PUNTITOS ROJOS en la boca, ¿qué debo hacer?

⁠mi hijo tiene puntitos rojos en la boca que debo hacer

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Cuando observamos que nuestros hijos presentan lesiones alrededor de la boca y/o en su interior, y que se ven como pequeños “puntitos rojos», debemos valorar si presentan síntomas adicionales a estas lesiones.

Estos puntitos rojos en la boca pueden ser el primer síntoma de la aparición de aftas o llagas comunes de algunas enfermedades típicas en la edad pediátrica.

La evolución más frecuente de estas lesiones es la aparición de los “puntitos rojos”, con posterior evolución a vesícula (bolsita rellena de líquido, que es bastante dolorosa) y finalmente a la aparición de aftas, llagas o úlceras.

Las aftas, conocidas en los niños de forma coloquial como llagas, son pequeñas úlceras que se forman en la cavidad oral (boca, amígdalas, paladar y encías). Estas lesiones son dolorosas, y pueden asociarse a otros síntomas (fiebre, odinofagia, malestar, vómitos, etc). Los aftas pueden ser únicas o múltiples.

Existen varias enfermedades frecuentes en la edad pediátrica que comparten la sintomatología de puntitos rojos en la boca

En nuestra Clínica Pediátrica Pasitos, enumeramos algunas de estas afecciones para que los padres puedan reconocerlas tempranamente, aunque siempre es mejor acudir directamente a tu pediatra de cabecera.

Enfermedades asociadas a puntitos rojos en la boca

Escarlatina

Se trata de una infección producida por el Streptococo Pyógenes. Es una bacteria que en algunas ocasiones podemos tener como parte de nuestra flora en la garganta, eso significa que vive con nosotros pero sin hacernos daño.

Podemos sufrir escarlatina en varias ocasiones, pues puede ocurrir que nuestros anticuerpos, encargados de nuestra defensa, no sean suficientes para evitar su crecimiento.

La escarlatina suele ser la responsable de una infección de garganta, con o sin placas a nivel amigdalar, por lo que en ocasiones puede confundirse con una amigdalitis vírica.

Algunos signos que pueden orientarnos son:

  • Enantema en el paladar, o sea puntitos rojos en el velo del paladar (no siempre aparecen) 
  • Lengua aframbuesada, que son papilas de la lengua inflamadas y enrojecidas dando el aspecto a una fresa (no tiene porqué ser constante)
  • Erupción rugosa en la piel poco después de la fiebre; son como muchos “puntitos” rojos por todo el cuerpo, provocando una erupción en relieve como papel de lija o piel de gallina. Finalmente suele descamarse y picar
  • Descamación de los dedos; la piel de los dedos empieza a descamarse

Síndrome de boca mano pie

Se trata de una infección vírica originada por el virus Coxsackie. Suele ser típica del verano e inicio de otoño. Es excepcional en neonatos y suele afectar a niños pequeños menores de 5 años.

Tras una incubación de 3-5 días, aparece febrícula (temperatura entre 37-38ºC) acompañada de malestar en boca y dolor de garganta, aunque también puede ser asintomática, es decir, sin ningún síntoma asociado. También recordar que tras 4-6 semanas tras la infección, puede haber caída de las uñas; característicamente aparecen lesiones como pequeñas vesículas en la boca, también otras en manos y pies.

El proceso suele durar una semana y se remite espontáneamente. El tratamiento será sintomático: irá dirigido a aliviar el dolor y a evitar que el niño se deshidrate. Hay productos de venta en farmacia con ácido hialurónico que alivian las molestias y pueden ayudar a la curación (Aftex o Aloclair, por ejemplo). En gel, spray o enjuagues, según la edad y la localización de las llagas.

Herpangina

Producida por los virus Coxsackie A, B y ECHO. Poco frecuente en neonatos y más frecuente en pre-escolares y niños mayores. Cursa con vesículas y úlceras en la región bucal. Presenta un inicio súbito con fiebre y dolor de garganta, y suele darse en epidemias en verano. Se trata de una enfermedad autolimitada (desaparece espontáneamente), pero produce mucho malestar y dolor.  Tratamiento sintomático.

Mononucleosis Infecciosa

Causada por el virus de Epstein-Barr, cursa con la aparición de una lesión de coloración blanca grisácea en las amígdalas y pilares amigdlinos (pliegues anteriores a las amígdalas) con enrojecimiento y edema intensos a su alrededor. También suele dar petequias en paladar blando, gingivitis y úlceras aftoides.

Cursa con gran inflamación de los ganglios cervicales (pequeños bultos alrededor del cuello) acompañada de fiebre. Es más frecuente en adolescentes, y el tratamiento consiste en reposo y tratamiento sintomático si no surgen complicaciones.

Impétigo

Se trata de una infección de la piel de origen bacteriano que es más común cuando el clima es caluroso y húmedo. Causa lesiones típicas que pueden tener ampollas llenas de líquido o secreción, y que generan unas costras amarillas. El impétigo tiene más probabilidades de desarrollarse cuando hay una grieta en la piel, como alrededor de picaduras de insectos.

Gingivoestomatitis herpética

La primera infección o primer contacto con el Virus Herpes Simple (VHS) en la infancia puede ser asintomática o provocar síntomas inespecíficos, como cuadro catarral, faringitis (inflamación de la faringe) o fiebre sin foco aparente.

La clínica más frecuente es la inflamación de las encías, que afecta a niños de 2 a 5 años y que cursa con fiebre alta, malestar, pocas ganas de comer, inflamación de los ganglios del cuello y vesículas  en 24 horas, dan lugar a erosiones y úlceras superficiales sangrantes en los labios, encías, paladar duro, lengua y mucosa de la boca. Estos síntomas se acompañan de dificultad para tragar y secreción intensa de saliva con dificultad incluso para tragar la misma.

En la mayoría de los casos, existen lesiones extraorales, sobre todo en la cara, pero también en la zona de los dedos de las manos, bordeando las uñas. Puede ser especialmente grave en niños con dermatitis atópica, porque se puede producir una extensión de la infección (erupción variceliforme de Kaposi). Se debe estar al control de la deshidratación que puede producirse por la dificultad para tragar incluso líquidos. Normalmente alrededor de los 10-15 días, presenta una recuperación completa, de forma espontánea.